DOCUMENTO DE BASE DE POLÍTICA EDUCATIVA. HACIA UNA RECONFIGURACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO.
Perspectiva y aportes de las Organizaciones Sindicales Docentes de la CGT (UDA- CEA- AMET)
Con motivo de construir de manera colectiva el camino hacia el futuro de una nueva política educativa y con el objeto de aportar al Documento Base de Política Educativa emitido por el Ministerio De Educación de la Nación, la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGTRA) a través de la Secretaría de Políticas Educativas y sus sindicatos confederados UDA, CEA y AMET MANIFIESTAN:
Que como consecuencia de la pandemia de Covid 19, el Estado Argentino implementa medidas para salvaguardar la salud de la población. Entre ellas el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), en el marco de la Emergencia Sanitaria, y la decisión de la suspensión de clases presenciales. En ese contexto, los y las docentes asumieron el desafío de sostener el vínculo docente-alumno/a garantizando el derecho a la educación en un sistema educativo nacional, federalizado, estructuralmente fragmentado y desigual.
El Documento Base elaborado por la Subsecretaría de Educación de la Nación reconoce la oportunidad que esta situación especial nos ofrece a mediano y largo plazo para la reconfiguración del sistema educativo argentino. Estas organizaciones sindicales estamos de acuerdo, por eso expresamos la necesidad de emprender el camino profundizando la educación como política de estado para un modelo de escuela consecuente con un proyecto de país que anhela la felicidad de su pueblo.
La reconfiguración del sistema, sin dudas implica modificaciones en el trabajo docente, que se iniciaron ya en este contexto de emergencia sanitaria y experiencias para ir incorporando a lo largo del tiempo.
Las modificaciones en el trabajo docente -que se están dando hoy y que se están planteando para el futuro inmediato- necesitan de acuerdos federales “capaces de mejorar las normativas y regulaciones y hacerlas efectivas en todo el territorio nacional”. Señalamos que la historia ha demostrado que los acuerdos federales no vinculantes presentan un impacto heterogéneo en las jurisdicciones y no son suficientes ya que ni los acuerdos federales ni las “políticas educativas concertadas” han sido aplicados comprometidamente por los gobiernos jurisdiccionales ni controladas efectivamente por el estado nacional (Art. 5 LEN).
Por eso entendemos que un “Plan Educativo Anual Federal”, como plantea el Documento, es necesario pero no suficiente para afrontar los “cambios profundos e indispensables” demandados y con los cuales, en general, acordamos.
– La reconfiguración del sistema implica también “el paso de una escuela fragmentada, con funcionamiento individual y aislado hacia una nueva institución más integrada, actualizada, con proyectos pedagógicos y sociales colectivos, con objetivos compartidos construyendo lo común. Señalamos que en esta nueva institucionalidad, la escuela a la que volveremos no será la misma, por eso debemos construirla unidos, porque también afectará al trabajo docente y a sus marcos de regulación laboral.
Por lo tanto; nuestra propuesta marco es: iniciar el camino hacia un Acuerdo Federal Educativo que plantee un nuevo federalismo educativo y construya el Convenio Colectivo de Trabajo para el sector Docente (CCT) garantizando la participación activa de los/as docentes y sus organizaciones sindicales nacionales y jurisdiccionales en los ámbitos paritarios correspondientes y avanzar.
En cuanto a los puntos particulares consideramos que:
Andamiaje legal del sistema: Toda norma que se construya deberá afrontar la posibilidad de cumplimiento en todas las jurisdicciones sosteniendo la plena vigencia de la Ley Nacional de Educación, de Educación Técnico Profesional, de Educación Sexual Integral, de Educación, de Educación Superior y de Financiamiento Educativo.
Las desigualdades preexistentes, que el Documento reconoce, nos lleva a pensar que es el momento de afrontar un CCT que garantice paritarias nacionales y paritarias jurisdiccionales en todo el país para adecuar su aplicación a la realidad propia, atendiendo su situación particular y con la participación de los sindicatos; Expresando el compromiso del conjunto para superar esas desigualdades.
Sistema bimodal: La experiencia acumulada durante este tiempo de ASPO han evidenciado la intensificación laboral que produce la virtualidad y las limitaciones materiales que desafían aún más su aplicación. Es por eso que el Sistema Bimodal debe traer aparejada una respuesta del Estado sobre conectividad, gratuidad de servicios, equipamiento tecnológico para docentes y estudiantes, entre otras, para su correcto funcionamiento.
Debemos definir con claridad el tiempo y las condiciones para el trabajo institucional por fuera de la presencialidad, hoy tan difuso tal como el propio Documento lo expresa.
Los principales cambios que se deben encarar: En virtud de lo antedicho, la principal tarea para el regreso a la actividad presencial es el inmenso desafío de generar las condiciones necesarias para hacerlo posible sin poner en riesgo la salud de la comunidad educativa y no generar posibilidades para un rebrote de la pandemia. Las aperturas, tal como lo expresa el Documento, tendrán una progresión acorde a las recomendaciones de las autoridades sanitarias y será preciso contextualizarlas para atender los requerimientos particulares que implica la diversidad existente.
Una vez más nos encontramos con profundas desigualdades y grandes carencias. Es necesario conformar comisiones mixtas interdisciplinarias en todas las jurisdicciones del país, con participación sindical, para garantizar las condiciones de infraestructura, seguridad e higiene, así como en la elaboración de los protocolos. De igual manera, es urgente activar las paritarias jurisdiccionales para asegurar la designación de cargos docentes y de maestranza necesarios para un regreso responsable.
Infraestructura: se necesita de una inversión por parte de los estados nacional y provincial que se debe prevenir con anticipación: sanitarios adecuados; espacios pedagógicos acordes con la necesidad de distanciamiento social; insumos de higiene y prevención, entre otras.
Régimen académico. Si bien es una acción señalada como urgente creemos importante democratizar su elaboración para garantizar su comprometida implementación.
Asegurar trayectorias educativas plenas: Notoriamente aquellos/as estudiantes que vieron interrumpida su trayectoria por diversos motivos -seguramente ahondados por la pandemia-, nos impondrán “salir en su búsqueda”. Esta tarea será una tarea “extra” para los docentes por eso es preciso generar las condiciones para llegar a ellos/as y brindarles espacios de inclusión educativa que eviten la sobrecarga al trabajo docente. Por tal motivo consideramos indispensable incorporar al plantel docente equipos y/o gabinetes interdisciplinarios con asistentes sociales para “salir en su búsqueda”.
Repensar la morfología del sistema educativo: Pasar de un sistema gradual a uno de ciclos; de la presencialidad a la bimodalidad; formatos distintos de escuela; nueva estructura temporal; diversas propuestas curriculares de duración diferente; reorganización de los espacios dentro y fuera de la escuela; trabajo por áreas; la figura del idóneo con certificado; enseñanza domiciliaria para los alumnos/as que abandonan, son algunos de los cambios que propone el documento. Este cambio de magnitud impacta en el trabajo docente y modifica los derechos laborales de 1.200.000 trabajadores y trabajadoras docentes. El camino al CCT y la discusión en la paritaria nacional y en las paritarias jurisdiccionales de todo el país deben ser el lugar de discusión de ello.
Reorganizar el trabajo pedagógico en cada nivel y modalidad. Rediscutir los NAP para la emergencia lo vemos como algo necesario. Sin embargo, necesitan una discusión más profunda cuando termine la pandemia. Coincidimos que las TIC no sustituyen la actividad humana ni las relaciones sociales educativas y consideramos ya instalada su influencia en la didáctica y en los diseños curriculares. Para pensar en ello y poder implementarlo federalmente debemos garantizar los insumos y el equipamiento pero también las condiciones necesarias para la apropiación del sentido de una política curricular definida.
La reorganización curricular unida a la revisión de las prácticas de enseñanza en cada docente, entre docentes y en cada establecimiento educativo, son condición para un cambio genuino. Este tiempo nos interpela a hacerlo progresiva pero responsablemente. El camino hacia un nuevo federalismo podrá ser una gran oportunidad para la implicación de los y las trabajadores de la educación.
PUNTOS DE INTERVENCIÓN. REORGANIZACIÓN DE AGRUPAMIENTOS TIEMPOS Y ESPACIOS.
Organización de los tiempos. La alternancia de tiempos de presencialidad y no presencialidad, la bimodalidad, tal como se encuentra planteado en el documento preliminar, es muy complejo y su implementación muy desigual (y seguramente injusta).
Lo propuesto también acarrearía cambios en las condiciones de trabajo y no encuadraría dentro de derechos laborales.
Por ejemplo: implicaría un aumento en el tiempo de trabajo del docente: si un docente divide un grupo en dos y debe atender a ambos sosteniendo la misma carga horaria, vería duplicado su tiempo de trabajo, provocando además superposiciones horarias. La elaboración y redacción de este tipo de normas requieren extremo cuidado y prudencia ya que afectan múltiples factores. Por esos insistimos en la participación sindical a través de paritaria en todas las jurisdicciones del país en el marco del CCT.
Organización de los agrupamientos: En virtud de que el tamaño de los espacios áulicos, laboratorios, gabinetes, varían mucho de escuela a escuela, proponemos que no se utilice una cantidad tope ni un porcentaje. Este número deberá adecuarse al espacio físico y sus condiciones (ventilación, calefacción, etc.). No podemos dejar de tener en cuenta que muchas aulas se encuentran saturadas de alumnos/as y aplicar un porcentaje podría significar no respetar las normas sanitarias que se pretenden implementar.
Al igual que en punto anterior, la forma de realizarlo no deberá implicar sobrecarga laboral para el/a docente, deberá respetar su carga horaria y no generarle superposición horaria. Por eso, la cobertura y creación de horas y cargos docentes -a medida que se subdividen las secciones o cursos (entendemos que así se plantea en el documento preliminar)- es una alternativa necesaria.
Pero debemos decir que la situación de desigualdad en la que trabajan los y las docentes en cada jurisdicción al día de hoy, en general, no garantiza las condiciones para la designación o creación de cargos y de nuevos perfiles. Además del impacto económico a absorber, la mayoría de las jurisdicciones presentan serias deficiencias: falta de designaciones, de concursos, organismos formales con participación sindical intervenidos, intentos de modificación de los Estatutos, son ejemplos la complejidad de punto de partida en el escenario actual.
Por eso reafirmamos paritarias en todas las jurisdicciones del país en el marco de un CCT. Es necesaria la participación sindical y la democratización de los mecanismos de designación, ascensos y concursos para la cobertura de cargos.
Organización de los espacios: En caso de requerirse o utilizarse espacios fuera de la institución escolar, los mismos deberán ser aceptados con el consenso de estudiantes, familias y organizaciones sindicales. Debiendo reunir los mismos requisitos pedagógicos, de infraestructura y seguridad e higiene
La política curricular y organización de la enseñanza: avanzar en propuestas por campos o áreas de conocimiento inter y pluridisciplinarias o áreal (sin eliminar las disciplinas en sí mismas) como plantea el documento, implicará un cambio significativo y desigual. Nos remite a lo que expresamos en el punto “reorganizar el trabajo pedagógico en cada nivel y modalidad”: Implementarlo federalmente implica generar las condiciones necesarias para la apropiación del sentido de una política curricular definida con la participación docente.
La combinación del tiempo presencial con el virtual no deberá implicar una mayor carga horaria para el docente. Tal cual se plantea en el documento preliminar entendemos que se deberá invertir a efectos de sostener nuevos salarios, ya que las tareas que se plantean (jornadas de profundización temática, acompañamiento tutorial específico, proyectos interáreas o interdisciplinarios, etc.) conlleva generar nuevos espacios y nuevos cargos u horas cátedra. Por eso reafirmamos paritarias en todas las jurisdicciones del país en el marco de un CCT. Es necesaria la participación sindical en los mecanismos de designación, ascensos y concursos para la cobertura de cargos y nuevos perfiles.
La organización académico-pedagógica: Revisar el sistema de gradualidad y avanzar hacia uno nuevo, tal como platea el Documento, implica, como expresamos anteriormente, un cambio significativo y una oportunidad para generar las condiciones necesarias en todas las jurisdicciones del país para la apropiación del sentido de una política curricular definida con la participación docente.
Temas como los planteados en la página 23 del documento donde dice: “…Desde ya estas alternativas de renovación impactan también en la organización institucional, de la enseñanza, en los regímenes académicos y en la propia definición de la contratación del trabajo docente, por ejemplo por horas cátedra en la educación secundaria o en la educación superior no universitaria…” conllevarán la necesaria discusión en el ámbito paritario en el marco de un CCT, tanto Nacional como en cada jurisdicción, ya que al afectarse las formas de contratación pasa a ser un tema de profunda raigambre laboral. Lo mismo ocurre con el planteo de nuevos roles/figuras posibles y en la inclusión de profesionales con tareas específicas como condición de posibilidad en esta nueva morfología.
Sobre los equipamientos y recursos tecnológicos: Reiteramos que el Estado tiene la responsabilidad de proveer a los y las docentes equipamientos, recursos tecnológicos y conectividad para afrontar su trabajo en los tiempos no presenciales. Sin los medios necesarios, es prácticamente irrealizable concretar una educación igualitaria y de calidad. Sin planificación estratégica y consensuada entre las jurisdicciones y la Nación, las desigualdades del punto de partida actual, se irán profundizando.
La formación docente en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Nos parece importante ubicar con claridad en el documento la acción articulada con los ISFD, –actores importantísimos tanto en el escenario nacional como jurisdiccional y territorial- notables ausentes en estos lineamientos.
Entre los esfuerzos que hicimos todos los actores del sistema durante estos días de ASPO, reconocemos el aporte del estado en las capacitaciones sobre TICs y el compromiso de los y las docentes para sumar tiempo de trabajo y de formación superando las limitaciones y más allá de sus posibilidades. Es por ello que creemos necesario que reafirmar que la capacitación deberá ser gratuita, en ejercicio y con la participación de los sindicatos nacionales y jurisdiccionales como sujetos de derecho a la formación de nuestros/as representados/as.
Reanudación de clases: Consideramos indispensable discutir este tema en las comisiones que y/o consejos que se crearon al respecto, en el marco de la paritaria nacional y exigiendo que así se cumpla en paritarias jurisdiccionales. Atendiendo cuestiones de infraestructura, seguridad e higiene y a las necesidades de incorporación de más personal.
No consideramos apropiados limitar los períodos de receso, hoy más necesarios que nunca, ya que el transitar la pandemia generó severas situaciones de stress.
Algunos aspectos a considerar en futuras negociaciones paritarias y gremiales:
El camino que plantea el Documento hacia la reconfiguración del Sistema Educativo, aborda propuestas de orden pedagógico que impactan directamente sobre las condiciones laborales docentes y los marcos que regulan su trabajo. Se inscribe sobre un sistema educativo nacional, federalizado, estructuralmente fragmentado y desigual.
La complejidad de la propuesta impone la obligatoriedad de las negociaciones sindicales en todas las jurisdicciones del país y es una oportunidad para la elaboración de un CCT que nos iguale a los demás sectores del trabajo del país y nos contenga en una escuela obligada a revisarse y recrearse con la participación y organización que estos tiempos nos demandan.
26 de junio 2020
CGTRA
Unión Docentes Argentinos –UDA–
Confederación de Educadores Argentinos- CEA–
Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica- AMET–