SIETE MEDIDAS URGENTES | La CEA, la educación virtual, las siete medidas inmediatas y la vuelta a las aulas
La educación durante una catástrofe global sin precedentes
La catastrófica pandemia del CoVid-19 nos ha puesto en una crisis existencial como especie sin precedentes, obligándonos a reducir al mínimo nuestros contactos sociales físicos, con excepción de aquellos directamente vinculados a nuestra supervivencia. La contagiosidad de virus ataca y pone en crisis la esencia misma de la Humanidad: nuestra condición de animales sociales, es decir la estrategia misma de vivir en sociedad y muy especialmente en grandes concentraciones urbanas interconectadas principalmente por el comercio.
La CEA apoya expresamente y celebra la madurez del pueblo argentino y su liderazgo político, que alcanzó una respuesta coordinada y cooperativa de todo el país, sostenida por el acuerdo unánime de la Nación, todas las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos, superando las diferencias entre partidos políticos, para implementar coherentemente las estrategias y medidas tomadas en base al consejo del sistema científico-tecnológico que tiene el país, tantas veces vilipendiados por los gurúes del libremercado. Hemos visto que otros países, algunos de ellos de gran importancia mundial, no han estado a la altura de las circunstancias.
En este contexto de limitación drástica de la vida social, hay que pensar, entender y encontrar entre todos y todas, respuestas inmediatas y mediatas para la educación y dentro de ella de los sistemas de enseñanza masiva.
Correctamente, la respuesta inmediata de todos los países del mundo fue mantener las actividades de enseñanza en todos los niveles, recurriendo a la educación a distancia, utilizando las herramientas tecnológicas disponibles en cada caso.
Las y los docentes de todo el mundo, asumimos el desafío de inmediato, y “salimos” a mantener vivo el vínculo educativo con nuestras alumnas y alumnos. Lo hicimos, en muchos casos, sin que hubiera planes de contingencia elaborados para una situación como la actual, pese a las múltiples alertas de que esto pudiera suceder, incluyendo la pandemia de gripe A de 2009/2010.
En algunos casos, como la Argentina, la situación se vio agravada por la política de reducción del papel del Estado a partir de diciembre de 2015, la abolición del Ministerio de Salud y la cancelación de planes educativos que hoy resultarían vitales para la emergencia, como el Plan Conectar
Igualdad y la capacitación sistemática y universal en TIC´s. Las y los docentes tuvimos que “salir” a preservar, el vínculo pedagógico sin tener las herramientas tecnológicas necesarias, ni las condiciones de trabajo adecuadas. Desnudando impúdicamente las desigualdades estructurales, también, en este campo.
Poner el hombro en condiciones de gran precariedad
En esta encrucijada sin precedentes para el trabajo docente, la Internacional de la Educación le ha recordado a los gobiernos del mundo que deben informar, consultar y dialogar con los sindicatos, para responder del modo más eficiente y justo.
La CEA quiere destacar y reconocer la actitud del gobierno argentino, del Ministerio de Economía de la Nación, del Consejo Federal de Educación y de la mayoría de los gobiernos y ministerios provinciales, de abrirse al diálogo, a la consulta y al acuerdo con los sindicatos del sector en el marco de la recuperada Paritaria Nacional Docente, para enfrentar la crisis. La CEA quiere destacar asimismo que el gobierno nacional argentino y los gobiernos provinciales que han mantenido el diálogo con los sindicatos, son una excepción en un mundo, en el que lo que está predominando son las decisiones educativas unilaterales, con la consiguiente secuela de errores por falta de conocimiento del terreno e injusticias por falta de atendimiento de las necesidades de quienes trabajan y de quienes se educan.
Pese a ello los problemas son grandes y exigen ser atendidos a la brevedad. Un enorme sector de docentes, mayoritariamente mujeres, tienen que realizar virtualmente sus tareas docentes al mismo tiempo que deben cuidar y acompañar las tareas escolares de sus hijos e hijas inhabilitados/as para salir de casa. En la mayoría de los casos no es posible realizar esta multiplicidad de tareas en forma satisfactoria pues elevó el stress y la sobrecarga de trabajo a niveles muy peligrosos, causando, en muchos casos, graves daños a la salud, Las autoridades educativas públicas y privadas podrían resolver el problema licenciando a las y los docentes que se encuentren en esa situación y recurriendo a los planteles de suplencia, pero por razones inexplicables no lo han hecho. Simultáneamente, cientos de miles de docentes suplentes, permanecen sin empleo y sin ingresos, en un momento en que su trabajo es más necesario que nunca.
Más allá de la grave situación laboral que enfrentan las madres docentes y algunos padres docentes también, y su falta de atención por los empleadores, el trabajo docente virtual está siendo realizado de manera muy precaria:
Como ya se ha mencionado, en la mayoría de las jurisdicciones del país, no había planes de contingencia, pese a más de una década de alertas. Ni para una planificación institucional colectiva que acuerde y gestione adecuaciones y secuencias curriculares para acompañar las trayectorias de los y las estudiantes, ni para proporcionar herramientas y condiciones tecnológicas. Esta falta de previsión no ha sido exclusiva de Argentina, sino que es un denominador común de todos los
gobiernos del mundo. En Argentina la situación de por sí precaria, se vio agravada por la política del gobierno anterior que limitó la conectividad, la capacitación en educación a distancia e infraestructura informática en el sistema educativo, haciéndolo aún más vulnerable.
Como muchos otros trabajadores y trabajadoras que se encuentran trabajando desde sus hogares, las y los docentes tienen que usar sus propios teléfonos y computadoras familiares, que comparten con sus parejas, hijos e hijas, que muchas veces no alcanza a cubrir los requerimientos técnicos necesarios realizar las tareas que requiere la educación virtual. Tienen que pagar la electricidad, la
conexión a Internet y la calefacción que utilizan para realizar las tareas que les indican sus empleadores públicos y privados. Tienen que trabajar en casas y lugares que no están preparados para trabajar, ni tienen la iluminación o la infraestructura ergonométrica indispensable para ello. En muchos casos ni siquiera se han formado grupos virtuales de planificación colaborativa por ciclos o áreas de conocimiento, para apoyar a los y las docentes en la toma de decisiones curriculares. Ni qué hablar del nivel salarial: una computadora promedio cuesta tres salarios docentes mínimos.
Las autoridades educativas y empleadores públicos y privados, tampoco han impartido instrucciones para evitar la invasión a la privacidad de los y las trabajadoras docentes, mediante mensajes y conferencias a cualquier hora y en cualquier día, incluso fines de semana, violando de este modo lo que ha dado en llamarse “el derecho a desconexión”. El derecho a desconexión es el derecho que tiene todo trabajador y trabajadora a que el empleador limite el tiempo de conexión a lo estrictamente indispensable dentro de la jornada laboral y como parte de ella, equiparándose las conexiones fuera de la misma, a las licencias u horas extras, debiendo en este último caso ser abonadas con un plus.
Las siete medidas urgentes de la CEA
Por supuesto que, ante la emergencia de la catástrofe, todas y todos los docentes salieron a poner el hombro incondicionalmente, por amor a la Humanidad, a la patria, a sus alumnos y a su trabajo. La respuesta a la pandemia es antes que nada un acto de amor y solidaridad.
Pero ya transcurridos dos meses desde que se decretó la cuarentena resulta indispensable atender con urgencia los problemas más graves que se presentan en el trabajo virtual educativo.
En este sentido la CEA ha propuesto al Ministerio de Educación y a las provincias, en el marco de la Paritaria Nacional Docente, las siguientes SIETE MEDIDAS INMEDIATAS PARA LA EDUCACIÓN, en el marco de la pandemia:
- Designación inmediata de las suplencias.
- Derecho de desconexión.
- Licencia inmediata de los y las docentes con hijos menores durante la cuarentena educativa, que lo requieran.
- Proveer a cada docente una computadora y un celular adecuado para el trabajo virtual.
- Bono compensador por gastos, retroactivo al 23 de marzo (fecha de inicio de la cuarentena).
- Reuniones semanales virtuales de planificación de equipo docente
- La decisión de volver a las aulas debe ser consensuada, contar con el acuerdo de los sindicatos docentes y la formación de comités expertos en salud.
La vuelta a las aulas
En este momento (última semana de mayo), varios países ya iniciaron el proceso de “retorno a las aulas” o están evaluando el momento y las modalidades mediante las cuales se realizará. En Argentina, algunas provincias y municipios donde la cuarentena ha logrado frenar al virus, están en proceso de evaluación preliminar.
La vuelta a las aulas será un proceso de características históricas que tendrá una enorme complejidad, debido a los riesgos que debe enfrentar, así como las desigualdades y asimetrías sociales y geográficas.
En primer lugar, la CEA expresa su preocupación ante la eventualidad de que la docencia sea excluida de las decisiones del proceso. Esto ya está pasando en algunos países y también en algunos lugares de la Argentina.
La CEA exige:
- Estar presente en todas las mesas en las que se tomen decisiones sobre la suerte de los educadores y educadoras afiliadas a los sindicatos adheridos a nuestra Confederación.
- A tal fin solicita la conformación de Mesas Provinciales de Emergencia para la Cuarentena y la Vuelta a las Aulas en cada provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, presidida por la persona a cargo del Ministerio de Educación Provincial, con participación de todos los sindicatos con actuación en el territorio.
- Que todas las decisiones estén apoyadas en consensos científicos expresados en comités asesores.
- Que se elaboren Protocolos de “Vuelta a las Aulas”, detallados, con participación de la CEA y los demás sindicatos que representan a la educación argentina en la Paritaria Nacional Docente, en los que se contemplen las peculiaridades locales, sociales y de las comunidades indígenas.
- Que se conformen Comisiones Mixtas de Cuidado de la Salud en cada escuela, para implementar y verificar el cumplimiento efectivo de los protocolos de vuelta a las aulas en cada establecimiento educativo.
Llamado
La CEA y sus sindicatos confederados hacen un llamado a la docencia argentina para continuar siendo protagonistas del momento, asumiendo los desafíos y esfuerzos que esta catástrofe histórica nos plantea, buscando activamente las mejores formas de enfrentarla en la educación y exigiendo formar parte de cada mesa en las que se tomen decisiones sobre el futuro de la educación pública argentina, desde cada escuela hasta el máximo nivel nacional.
La CEA y sus sindicatos confederados llaman también a la Nación argentina, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las universidades, a no olvidar que sin docentes no hay educación ni escuela. Por eso, las decisiones que se tomen sobre nuestro trabajo deben tenernos como parte.
La CEA y sus sindicatos confederados llamamos a las madres y padres, tutores y tutoras, familias para hacerles saber que nunca abandonaremos a sus hijas e hijos y que seguimos estando ahí, del otro lado de las pantallas, cuando las hay, y si no las hay yendo a pie hasta sus casas, sosteniendo la Escuela Pública que cobija a todos y a todas, sin distinción.
La CEA y sus sindicatos afiliados llamamos también a nuestras alumnas y nuestros alumnos, para decirles que nuestro compromiso de trabajo y de vida es con ustedes y que seguiremos enseñando y aprendiendo, con pandemia y sin pandemia, defendiendo y construyendo juntas/os la escuela pública en un país que deberá ser más justo, más inclusivo y más humano.
¨ SEGUIMOS ENSEÑANDO, SEGUIMOS APRENDIENDO TODAS Y TODOS ¨
22 de mayo de 2020
CECILIA TURRA JOSE GEA JUAN C. AGUIRRE FABIAN FELMAN
Sec. Prensa y Difusión Sec. Adjunto Sec. Conv. Colectivas Secretario General